sábado, 28 de marzo de 2015

Lo nuestro es pasar, deien els poetes


Sucede que me canso de ser hombre.

Sucede que entro en las sastrerías y en los cines

marchito, impenetrable, como un cisne de fieltro
navegando en un agua de origen y ceniza.


El olor de las peluquerías me hace llorar a gritos.

Sólo quiero un descanso de piedras o de lana,
sólo quiero no ver establecimientos ni jardines,
ni mercaderías, ni anteojos, ni ascensores.
[...]

Pablo Neruda 



Lo nuestro es pasar,
de un estand al otro de la feria Infarma
Lo nuestro es pasar, 
del estand de Aneto que ofrece sopas sin sal 
al stand de Separc que ofrece carpetas de colores 

Lo nuestro es pasar, cargar
con bolsas de publicidad del sector farmacéutico.
Lo nuestro es hacer, cola
para recibir un caldo Aneto y una bolsa
y luego usarla, en la lavandería o el supermercado.

Lo nuestro es pasar, arrastrar
muestras de crema vaginal hidratante
-que no lubrica para el sexo, pero que alivia el picor post-pene.

Lo nuestro es pasar, montar
en tacones agotadores
-y creernos así esbeltas/emprendedoras/formales,
feminidad segura de sí  misma.

Lo nuestro es pasar, vender salud
-que como la felicidad no es más que temperamento-,
e intercambiar autocomplacencias,
y perfumar el ambiente,
y recibir papeles 
-que luego sin piedad arrojaremos a la basura,
des(h)echos, indiferentes a la naturaleza
que en el origen y en potencia lo contenía todo:
los caldos, las carpetas, las bolsas, las cremas genitales, los tacones y los papeles.

Lo nuestro es pasar, constatar
que el tendero que vende pociones contra la calvicie en el estand de al lado
es calvo. 
 Y constatar que ante esto debemos callarnos,
actores impúdicos de una obra fallida de antemano.
Sucede que me canso de ser hembra

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